‘Shadow of the Tomb Raider’ tiene todo lo que un fan de la saga puede esperar de una nueva entrega en pleno 2018: una jugabilidad a prueba de balas marca de la casa, un apartado técnico soberbio y unas cuantas novedades que amplían las posibilidades de Lara Croft sin salirse en exceso de la fórmula base.
Eidos Montréal, en colaboración con Crystal Dynamics, es el estudio encargado de ‘Shadow of the Tomb Raider’. Y le ha salido muy bien la jugada, algo que tampoco debería ser ninguna gran sorpresa teniendo en cuenta su implicación en las otras dos entregas que forman parte de esta trilogía.
Shadow of the Tomb Raider: cerrando por todo lo alto una trilogía memorable
La intención de Crystal Dynamics con el lanzamiento en 2013 de aquel ‘Tomb Raider’ que hizo las veces de reboot era contar precisamente los orígenes de Lara en tres actos. El estudio le dio una nueva cara a nuestra aventurera preferida, añadió unas cuantas mecánicas a las ya existentes y, en definitiva, hizo crecer algo que ya era grande. En su momento echamos de menos más tumbas, claro, pero teniendo en cuenta que estábamos ante un reinicio se la saga tenía sentido.
En ‘Rise of the Tomb Raider’, ambientado un año después de lo acontecido en ‘Tomb Raider’ y donde, por lo que sea, Lara volvió a cambiar de cara, el estudio lo amplió todo y las tumbas empezaron a tener verdadero peso. El personaje seguía creciendo, también el mundo, y las opciones de exploración se multiplicaban junto a los puzles y los tesoros.
‘Shadow of the Tomb Raider’ es la entrega encargada de cerrar el arco dedicado a los orígenes de Lara. Y a los desarrolladores del juego no se les ha ocurrido otra cosa que convertir a Croft en la responsable de que el fin del mundo haya dado comienzo. Sobre el papel, la cosa no podría pintar mejor para nosotros (y peor para ella). Estamos ante la entrega más oscura y tenebrosa de todas.
En esta ocasión, el juego arranca dos meses después de los hechos relatados en ‘Rise of the Tomb Raider’. Lara va tras sobre la pista de una reliquia maya, pero la organización paramilitar conocida como La Trinidad, con la que Lara ya se las tuvo que ver en la entrega anterior, también quiere lo mismo. Lo peor es que, en ese intento por hacerse con la reliquia a toda costa, y a pesar de todas esas señales y avisos sobre lo que podría pasar, Lara acaba desencadenando el Apocalipsis a los pocos minutos de haber empezado el juego. Todo bien.
Prefiero no desvelar mucho más sobre su argumento, pero ya os avanzo que los desastres naturales derivados del Apocalipsis iniciado por Lara son verdaderamente espectaculares. Y no tendréis que esperar demasiado para veros arrastrados por el primero de ellos, un tsunami capaz de llevarse por delante un pueblo entero y del que deberemos escapar nadando, saltando y corriendo a toda velocidad. He visto pocas cosas más salvajes y sorprendentes que esta en un título de este tipo.
En cuanto a los personajes, cabe destacar la presencia de Jonah, que en esta ocasión repite como compañero de aventuras de Lara. Por el camino nos toparemos con al menos un par más que serán de vital importancia para el desarrollo de la aventura y de los que no os quiero desvelar nada, así como a un buen puñado de personajes con los que entablar conversaciones en los diversos poblados que vamos a poder visitar y explorar.
Tumbas, criptas, poblados... tienes exploración para dar y tomar
Si hay algo que nos gusta de los ‘Tomb Raider’ es poder explorar el mapa a nuestras anchas. En este sentido, ‘Shadow of the Tomb Raider’ no decepciona ni lo más mínimo. Es el típico juego repleto de objetos repartidos por el mapa, algunos a simple vista y otros para los que hay que recorrer cada esquina. Si queremos un poco de ayuda a la hora de detectarlos siempre podemos usar el conocido Instinto de Supervivencia, una habilidad que resaltará los objetos importantes que haya a nuestro alrededor: cajas, hierbas, animales y, cómo no, todos esos coleccionables que queremos recoger.
Porque además hay que tener en cuenta una cosa: la recolección de objetos otorga puntos de experiencia, los cuales a su vez nos irán dando puntos de habilidad que podremos gastar en mejorar las aptitudes de Lara. Entraremos en eso más tarde.
Lo que quiero decir es que, más allá de descubrir los objetos que hay a nuestro alrededor, lo ideal (y divertido) es dar con todas esas criptas y tumbas secretas que hay repartidas a lo largo y ancho de la aventura. No sólo por el placer de adentrarnos en ellas, resolver sus puzzles y dejar de lado la historia principal por un rato, sino porque esconden secretos que van desde tesoros y armas hasta habilidades que únicamente pueden ser desbloqueadas si las completamos.
Entre los objetos que vamos a encontrar hay documentos de todo tipo que nos irán dando información sobre la cultura de los países que visitamos, por ejemplo, o datos sobre otras expediciones. Cada uno decidirá si merece la pena leerlos o simplemente recopilarlos, pero en mi caso me he quedado a revisar (y escuchar, porque Lara los lee en voz alta) todos y cada uno de ellos. Son interesantes y ayudan a comprender mejor la importancia de lo que estamos buscando y de nuestras propias acciones.
Hay reliquias repartidas por todos lados, cada una de ellas con su propia historia, y regresan también los monolitos para los que debemos aprender diversos dialectos si queremos entender lo que dicen. En ‘Rise of the Tomb Raider’ había que aprender idiomas, los cuales iban subiendo de nivel cada vez que interpretábamos algún mural, pero en este caso tendremos que subir nuestro porcentaje de comprensión de cada dialecto hasta en tres niveles distintos para descifrar los monolitos más complicados mediante la interpretación de una serie de esculturas que deberemos encontrar y examinar. Si los desciframos tendremos la localización de alguna reliquia cercana con la que seguir ganando experiencia.
Obviamente todo esto es opcional, pero dejarlo pasar sería perderse gran parte del atractivo que esconde la exploración. Por no hablar de que, como decía antes, ganar experiencia es muy importante porque nos da acceso a puntos de habilidad que luego podremos gastar en ampliar el árbol de habilidades de Lara.
A nivel de movimientos también hay novedades, como la posibilidad de hacer rapel para alcanzar zonas situadas debajo de algunas rocas, por ejemplo, o para impulsarnos lateralmente hasta un saliente al que no podríamos llegar de otra forma. Y sí, también podremos lanzar el piolet en medio de un salto para agarrarnos a paredes, cornisas y otras plataformas. Lo cierto es que el abanico de movimientos de Lara es bastante completo en este entrega, ideal para darle algo más de color a todos esos niveles de plataformeo.
Y ojo, también hay exploración subacuática. Más allá de tener que bucear para llegar de un lado a otro del mapa a través de una gruta submarina, hay objetos y tesoros bajo el agua que podremos recoger. Por no hablar del acceso a tumbas y de los propios peligros que esconde el agua, especialmente las pirañas. Lara se ahogará si se queda sin oxígeno. Y morirá si las pirañas la alcanzan. Con las morenas, por otro lado, podemos luchar y salirnos con la nuestra.
Pero no todo es peligroso bajo el agua: hay bolsas de aire para poder recuperar el aliento si estamos muy lejos de alguna zona que nos permita salir a la superfície, así como flora marina que nos ayudará a camuflarnos y pasar sin que las pirañas nos detecten.
Por otro lado, me ha sorprendido gratamente la existencia de grandes poblados que podemos recorrer y explorar a nuestro antojo. De hecho, funcionan como las típicas ciudades de los RPG clásicos en las que hay comerciantes y otros NPC con los que podemos hablar. Es más: juego cuenta con un sistema de misiones secundarias que podemos llevar a cabo si hablamos con ciertos personajes señalados en el mapa. No son misiones excesivamente tontas tipo “caza 10 animales y tráeme las pieles”, pero tampoco son demasiado complejas ni especialmente interesantes. Están bien, nada más.
Los comerciantes, ya que los he mencionado, nos permitirán comprar y vender objetos a cambio de oro. El oro lo obtendremos tanto de enemigos caídos como del entorno, así como vendiendo las piedras de jade que hayamos recogido. La mayoría de lo que venden los comerciantes se puede conseguir explorando, claro, pero si necesitamos algo rápido siempre podemos recurrir a ellos. Por otro lado hay ciertos objetos que sólo podremos comprar, así que nunca hay que perder la ocasión de hablar con estos personajes para ver qué ofrecen.
Más sigilo, menos tiroteos
Uno de los aspectos que más me han gustado de ‘Shadow of the Tomb Raider’ es que hay muy pocos enfrentamientos directos con grupos de enemigos y, cuando los hay, el juego te anima a llevarlos a cabo de forma sigilosa en vez de sacar el fusil de asalto para disparar a lo loco. El uso del arco es uno de los elementos que empujan al jugador a acabar con los enemigos sin hacer ruido ni ser visto, claro, pero hay mecánicas nuevas como el uso del barro para pringarnos bien y pasar desapercibidos al pegarnos a una pared llena de vegetación.
No sólo eso: cuando nos embadurnamos de barro Lara saca automáticamente el cuchillo y entra en modo sigilo total gracias al que podremos camuflarnos mejor, colocarnos cerca de los enemigos y rajarles el cuello sin que nadie se entere de nada.
El Instinto de Supervivencia vuelve a ser clave aquí, ya que al usarlo los enemigos aparecerán resaltados siguiendo un esquema de dos colores: rojo para los que están siendo vistos por otros enemigos y naranja para aquellos que, en ese momento, no están en la línea de visión de nadie más. Atacar a un enemigo en rojo alertará al resto y tendremos dos opciones: salir corriendo para escondernos y que nos pierdan de vista o liarnos a tiros. Yo recomiendo lo primero. No hay nada como estudiar las rutas de cada enemigo, sus patrones, y empezar a aniquilarlos con el cuchillo uno a uno sin que el resto se entere de nada.
Hablaba antes del arco y no quiero dejarlo pasar: vuelven las flechas especiales, ya sea porque llevan fuego o porque son capaces de soltar toxinas que acabarán afectando tanto al enemigo impactado como a los que estén a su alrededor, por poner un par de ejemplos. Usar el arco siempre mola y, como se puede ir mejorando, acabará siendo un arma enormemente poderosa. Y mucho más gratificante que cualquier pistola o fusil.
Por cierto, el juego incluye un sistema de dificultad que debería ser copiado en este tipo de juegos y en todos los que pueda tener sentido de ahora en adelante. Además de los tres grandes niveles/bloques (Fácil, Normal y Difícil), cada uno de ellos incluye tres selectores de dificultad independientes para que cada cual ajuste la experiencia a su gusto: combate, exploración y puzles.
Esto permite que alguien poco acostumbrado a los combates pueda ponerlos en fácil (más munición y enemigos más débiles) mientras ajusta la exploración en difícil (lo cual quitará la pintura blanca de las paredes que sirve de pista para una zona por la que subir) y los puzles en normal para que Lara vaya dando pistas en voz alta sobre cómo seguir, por poner una combinación de ejemplo. Es una maravilla.
Shadow of the Tomb Raider: habilidades, trajes y mejoras de armas
‘Shadow of the Tomb Raider’ trae de vuelta los campamentos. Están repartidos por todo el mapa del juego, los tendremos que descubrir y sí, permiten también el viaje rápido entre ellos para poder volver a aquella tumba que no pudiste abrir porque te faltaba el cuchillo mejorado.
Son de una importancia vital, ya que nos dan acceso al árbol de habilidades y a la mejora de armas. Las habilidades están divididas en tres grupos:
- Buscadora: para mejorar las habilidades de exploración y observación
- Guerrera: mejoras las habilidades de armas y combate
- Carroñera: para las mejoras relacionadas con la fabricación y el sigilo
Las que están más cerca del centro del árbol cuestan 1 punto de habilidad. Las siguientes 2 puntos y así sucesivamente. Pero el sistema tiene algunas cosas interesantes, como por ejemplo la necesidad de tener activa una habilidad adyacente para poder desbloquear una nueva (excepto las primeras, lógicamente), o que algunas habilidades sólo se puedan desbloquear al completar determinadas tumbas.
Para la mejora de armas no hay muchos secretos. Cada una de ellas tiene sus propias estadísticas de daño, precisión, etc. que podremos ir mejorando si tenemos los materiales necesarios. Eso significa que, en efecto, es buena idea explorar lo máximo posible y recolectar todo lo que podamos, desde madera hasta plantas y pieles. Nos harán falta. La buena noticia es que, como comentaba al principio, la exploración en ‘Shadow of the Tomb Raider’ es una maravilla y no se hace aburrida. No recuerdo que me faltaran materiales para mejorar nada cuando los he necesitado.
Otra novedad interesante es que, además de mejorar nuestro armamento, vamos a poder crear nuevos atuendos para Lara que, en algunos casos, incluyen ventajas. De esta forma, y siempre que tengamos los materiales necesarios, podremos fabricarnos una prenda superior que nos protegerá del daño de las balas y las flechas enemigas por un lado, y unas botas que harán menos ruido al andar por el otro. Son un par de ejemplos, pero hay más posibilidades y combinaciones. Y luego están los trajes completos y las prendas que simplemente sirven para darle otro aspecto a Lara sin más.
La opinión de JAVIER GL
‘Shadow of the Tomb Raider’ es un juego con un acabado exquisito, tan bueno en su apartado jugable como en el gráfico y el sonoro (la BSO es tremenda y el doblaje en castellano, magnífico). Y ofrece muchas horas de juego: en mi caso alrededor de 17 horas para un 75% del juego completado, lo que se traduce en la campaña entera más algunas criptas, tumbas y un par de misiones secundarias. Quizás se echa en falta algo más de dificultad en los puzles, la mayoría de los cuales son obvios desde el primer momento.
Una vez completada la campaña se puede volver a la partida para descubrir el resto de secretos o bien iniciar una Nueva Partida+ conservando todo lo desbloqueado, ideal para subir la dificultad al máximo y disfrutar de un segundo run más exigente con una Lara supervitaminada.
Sin duda se trata de la mejor y más espectacular saga de la trilogía, un título que no defraudará a los fans y cuya historia esconde algunos momentos verdaderamente espectaculares (sin entrar en detalles, la última misión es digna de una superproducción de Hollywood).
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